Ante la aparente hegemonía del streaming, de la información en tiempo real y los videos en diferentes formatos y con miles de filtros, la propuesta de que un blog sea uno de los ejes de la estrategia de marketing digital, no parece ni lo más innovador ni “trending”.
Ya cuando se inició Inmoblog en 2006, el modelo blog parecía agotado. Llevamos lustros oyendo que las webs van a desaparecer, que el video es el único formato que se consume.
El amanecer de la “inteligencia artificial para todos”, hace pensar que la creación de contenidos audiovisuales es un juego de niños y que no es necesario dedicarle tiempo ni esfuerzo a contenidos de origen humano.
El blog como gestor de contenidos
Un CMS (Content Manager System) es un sistema que permite gestionar información y publicarla en canales online. Cada plataforma social tiene su sistema de gestión, desde lo más básico, como el de Twitter de los primeros años, hasta el de Facebook e Instagram, con su plataforma Meta Business Suite.
La Web también puede ser un gestor de contenidos, que permita a la empresa incorporar nuevos contenidos y actualizar los existentes de forma autónoma.
La mitad de las webs usan el CMR WordPress. Empresas de software y de marketing digital, han creado sus propios sistemas, para diferenciarse del modelo predominante y ofrecer ventajas relacionadas con la usabilidad y la indexación de los contenidos publicados.
Gestionamos y consumimos contenidos a diario. Los hacemos en Redes sociales, en canales de video como Youtube, en plataformas de streaming, en Emailings o en mensajes por Whatsapp.
Por cierto, siguen existiendo periódicos en papel, revistas, la radio y la televisión.
Ante tal vorágine de medios y de información, el blog es un editor de contenidos que funciona si se han establecido los criterios para la creación de contenidos:
- quien es tu audiencia (o más concretamente tu buyer persona o cliente ideal),
- qué necesitan, qué desconozcan, qué miedos y puntos de dolor tienen,
- entender en qué momento de su proceso se encuentran,
- conocer sus preferencias por canales online y puntos de contacto,
- qué respuestas podemos ofrecer, relacionadas con nuestros servicios, que supongan soluciones,
- qué les convence y cómo pueden afianzar su decisión, ayudados por testimonios y casos de éxito de otras personas en similares circunstancias.
Aportar valor o hacer ruido
Tenemos exceso de oferta de información, de contenidos de ocio y profesionales. Tenemos TV a demanda, libros en papel y electrónicos, canales de radio, canales de Twitch, de TikTok, de Youtube, podcasts, newsletters.
Entre la información que hemos pedido recibir, la que nos llega de forma indirecta (anuncios sin segmentar o sin nuestro permiso) y la que buscamos por nuestra cuenta, nos faltan horas del día y días de nuestra vida para consumirlo todo, pero sobre todo para entenderlo, disfrutarlo, aprovecharlo.
Existe saturación de información y nadie queremos perder el tiempo con algo que no nos aporta.
Cada año surgen varias redes y plataformas que dan un giro en la comunicación online y nos empujan a iniciar su seguimiento, sin soltar del todo las anteriores. Quedarnos fuera de ese movimiento nos crea inquietud e incluso ansia y temor por perdernos algo (FOMO), tanto a nivel personal como profesional.
Hagamos un Ejercicio de empatía y pensemos qué nos interesa y qué no nos aporta de toda la información que nos llega a diario.
Pensemos en nuestros clientes ideales y lo que realmente necesitan saber. La ayuda que podemos ofrecerles y en qué momento presentarnos para acompañarles en su camino y proceso de decisión.
Ese es el valor que tenemos que compartir a quienes nos puedan necesitar.
Inteligencia emocional Vs inteligencia artificial
El ChatGPT está provocando que la opinión pública piense que crear, tanto contenidos como arte, se puede hacer transmitiendo una petición más o menos argumentada (prompt).
Podemos provocar que la inteligencia artificial sea una máquina de churros (contenidos audiovisuales) y que haya tantos y tan parecidos, que no nos apetezca ni olerlos.
La clave es saber conectar con tu audiencia objetivo. para ello, tienes que conocerla a fondo, saber qué preguntan y qué van a preguntar en el futuro; qué esperan encontrar y cuales son las respuestas que les ayuden a entender que somos la marca (personal, de empresa o ambas) que mejor les podemos ayudar a conseguir su objetivo.
Los Contenidos que creamos y distribuimos, deben representar que somos únicos, mostrar nuestra actividad diferencial. Deben ser auténticos, naturales, reales, espontáneos. Pide a la máquina que genere un contenido con esas características y comprueba el resultado.
La comunicación basada en historias cercanas, protagonizadas con personas como las que buscamos, que han pasado por una situación de necesidad y han encontrado nuestra solución, es la que llega y convence.
No somos influencers, cuya audiencia sigue cada uno de sus mensajes sin pararse a pensar en qué se les está proponiendo; como empresa y como profesionales, necesitamos transmitir valor, verdad, utilidad, ayuda, confianza, generosidad, altruismo.
El Blog como canal efectivo de marketing
El blog supone la información original, en bruto, de la que se pueden nutrir los perfiles sociales, los envios de emailing, la mensajería instantánea.
Es el contenido que se puede transformar, adaptar a otros formatos y a otras plataformas.
Es la referencia para canalizar el interés de los usuarios por conocer más información, compartida en otros medios. Un gran titular en Twitter o una gran presentación de la información en Linkedin, necesitan de un contenido más amplio y detallado.
Pueden cambiar las preferencias de los usuarios, la moda de generar y consumir contenidos, pero lo que no cambia es que los usuarios, los consumidores, las personas tenemos necesidades y buscamos respuestas y soluciones.
No queremos equivocarnos, queremos elegir la mejor opción y no arrepentirnos de una decisión equivocada, tomada sin criterio, sin datos y sin un experto que nos acompañe en el proceso.
Hay varias formas de comunicar que somos expertos, que estamos especializados en un tema / zona / actividad, que aportamos valor a quienes confían en nosotros. Las redes sociales sirven para mostrar nuestro día a día, nuestra actividad y logros.
El blog es la base de conocimiento de la que se nutren el resto de canales, de la que toman como referencia para crear contenidos adaptados a diferentes formatos. Es donde se detalla la información, donde se especifican las respuestas y se aportan las soluciones, donde se albergan varios formatos en uno, donde aparecen textos, audios, imágenes y videos.
Y, por lo tanto, lo que ayuda a posicionar el contenido y a nuestra empresa, nuestro equipo, nuestros servicios e incluso a nuestros clientes.
El blog es la central de datos, que mantiene ordenados los contenidos, a modo de archivo, de biblioteca, a la que se puede acudir en cualquier momento para ofrecer la información que están buscando nuestros clientes reales.
Según datos de Hubspot, un 60% de los usuarios de internet leen un blog al menos una vez a la semana y expertos de marketing lo alaban como “medio ideal para crear confianza, informando con transparencia y profesionalidad“.
Además, la inversión en el medio aporta posicionamiento y continuidad en la generación de contactos de calidad.
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