La aparición de herramientas tecnológicas, adaptables al negocio inmobiliario, no parece afectar en la forma de trabajar de algunos inmobiliarios.
Con la tecnología es más fácil segmentar a los contactos y acompañarles en el ciclo de compraventa.
Se puede hacer un seguimiento más preciso y lanzar mensajes personalizados, que cimenten la relación con el cliente.
Los dispositivos mejoran la presentación del producto, permiten previsualizarlo, mejorarlo y/o verlo virtualmente.
Para cada tarea hay alguna herramienta o aplicación específica que mejora su desarrollo y/o lo agiliza, reduciendo costes o aportando valor al servicio.
Pero hay quien prefiere utilizar métodos “tradicionales”, o que no estén respaldados por la tecnología, lo que en algunos casos resultan efectivos, no lo niego.
Y esa preferencia se basa en que su público objetivo tampoco tiene perfil tecnológico, o que prefieren no invertir en nuevas prácticas, ni dedicar tiempo a adquirir nuevos conocimientos y ponerlos en práctica.
Cada negocio busca su nicho de mercado, eso es respetable. Pero…
A cualquier cosa llaman “marketing directo”
La colocación de folletos y publicidad impresa en coches aparcados, es un tipo primitivo de marketing directo, ya que al menos cumple con una de las condiciones, como es la segmentación, en este caso geográfica (el potencial comprador vive por la zona y/o tiene que realizar una actividad en ella).
No es demasiado intrusiva y puede realizarse sin barreras, como si supone el buzoneo (apertura de puerta), o el emailing (conocer el email del receptor).
Si sigue habiendo empresas que utilizan esta acción de publicidad, es que sigue siendo efectiva.
O que sin saber si es efectiva o no, la realizan igualmente porque no quieren o pueden utilizar método alternativos. Aplicando tecnología, se puede medir la rentabilidad de cada una de las acciones de marketing realizadas para cada segmento de contactos.
Estamos acostumbrados a ver reclamos de todo tipo en coches, farolas y paredes.
No parece el mejor método para anuncios inmobiliarios, pero se usa con frecuencia, en especial por parte de particulares, a los que parece no preocupar dejar sus datos públicamente y, que prefieren correr el riesgo de recibir llamadas de cualquier persona, ante la posibilidad de hacerlo de forma gratuita.
Pero sorprende el hecho de que sean personas que se dedican a la mediación inmobiliaria (sería demasiado denominarles “profesionales”), las que confeccionen anuncios, en algunos casos manuscritos, para llamar la atención de particulares.
Llamar la atención para captar
Se pretende llamar la atención, tanto para la Captación de producto (mensaje para propietarios), como para la Captación de contactos compradores.
Es posible que a quienes colocan anuncios en coches, les valga esa micro-Segmentación geográfica, incluso es escaso nivel de maduración del potencial contacto al que le llama la atención esa publicidad.
Quien recibe el impacto publicitario, posiblemente no esté pensando en un reclamo procedente de una inmobiliaria, más bien de un particular, por lo que insconscientemente, pensará en la gratuidad del proceso, que no hay honorarios de por medio en la gestión de compraventa.
El peligro es que cuando un particular pique el anzuelo y la inmobiliaria anunciante le explique “su método de trabajo”, esa persona tendrá una visión errónea y sesgada de la profesión inmobiliaria.
Atraer la atención de potenciales clientes es una parte iniciática del proceso de compraventa (customer journey inmobiliario), que si se realiza de una forma planificada y estratégica, permite la conversión de contactos en clientes.
Pero este tipo de anuncios, no surgen de un estudio del target de la inmobiliaria, ni de una segmentación por intereses del público objetivo, ni hay un plan de seguimiento y maduración del contacto.
No se es más tecnológico por poner anuncios en portales inmobiliarios
Publicar anuncios en portales inmobiliarios, no deja de ser una acción publicitaria que también pueden hacer los particulares para promocionar su vivienda.
Si no hay una estrategia para gestionar los contactos recibidos de los portales, la conversión será baja y el retorno de la inversión bajo.
Hay muchas opciones para anunciar viviendas, pero su efectividad radica en que haya un plan de marketing inmobiliario, previo y posterior al proceso publicitario.
Otra cuestión a considerar es la Ética.
Cualquiera puede poner anuncios en la vía pública, hacerse pasar por un particular y de esa manera conseguir contactos interesados.
Pero, ¿es la imagen de la profesión que se quiere dar?
¿Con esas técnicas se pretende pedir al propietario un porcentaje por la venta de su propiedad?
La Educación al cliente es esencial en cualquier negocio, pero más en uno que resulta mucho más complejo del que cree la opinión pública, que requiere de un procedimiento ordenado para conseguir el objetivo del cliente, sin sorpresas desagradables y malas experiencias.
Mi duda es si la colocación de estos reclamos, responde a la labor de un comercial , que realiza por su cuenta y riesgo, si es conocida o no por el gerente, o simplemente es un oportunista. En cualquier caso, la ética profesional escasea.
Ejemplos de anuncios inmobiliarios, colocados en coches:
Anuncio de captación de propiedades inmobiliarias, por parte de un “agente inmobiliario”
Anuncio de captación de compradores de vivienda, por parte de un “agente inmobiliario”
Si la profesión inmobiliaria pretende ganar cuota de mercado, frente a los particulares que compran o venden por su cuenta, no deberían hacer lo mismo que los propietarios y sus “representantes”.
Anuncios de propietarios particulares y porteros
Anuncio de venta de piso en el portal, razón, “portería”
Anuncio de venta de piso en un puesto de mercadillo
Las imágenes proceden de posts publicados en Facebook.
Conferencia “Tecnologías para agencias inmobiliarias“, en Profesionalinmo Valencia 2017.
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