anciana cuidando de un robot

Queremos tratar con pantallas, algoritmos y robots?

Las pantallas concentran y dispersan nuestra atención

Los algoritmos que regulan la inteligencia artificial, ayudan en operaciones rutinarias, ya no solo sencillas, también complejas, tanto que superan las capacidades de un humano.

Las búsquedas por voz se basan en la comprensión oral y son capaces de responder de la misma manera.

Los asistentes virtuales en el hogar, realizan tareas domóticas.

Los chatbots canalizan las dudas de los usuarios online y proponen respuestas lógicas para mejorar ala navegación  o atender a dudas sobre el servicio y/o producto de la empresa en la web.

El análisis del big data es posible mediante operaciones matemáticas que tienden a infinito.

Nos estamos acostumbrando a una comunicación dominada por pantallas, en la que la interacción es asíncrona*. Nos parece cómodo y no molesta, ni para el receptor ni para el emisor.

El ocio inmediato cabe en el bolsillo y se activa con nuestra huella dactilar o reconocimiento facial.

Los smartphones nos proporcionan toda la información existente y concentran toda nuestra información personal.

En los colegios los libros se sustituyen por tablets, en organismos públicos, el personal de información, por máquinas expendedoras de tickets.

El contacto humano se está convirtiendo en un bien de lujo

La tecnología es barata. Por eso en cada vez más colegios, se usan tablets y portátiles.

Por eso todos tenemos un smartphone y conexión wifi en casa.

Cualquier lugar que quepa en una pantalla (una clase del colegio, un centro médico) reduce sus costes. Cualquier actividad que pueda ser desarrollada en una pantalla, es más barata (comida a domicilio, servicio de alquiler de vehículos con conductor).

La textura de la vida, se está trasladando a un cristal fino, que es el que atrapa nuestras experiencias.

Los humanos somos un recurso caro, que cada vez resulta menos accesible (the luxurification of human engagement).

Los ricos pueden pagar por ello y por esa razón, no depender de dispositivos móviles y pantallas, supone para ese segmento de población, un símbolo de status social.

La gente rica quiere que sus hijos sean educados en centros libres de tecnología.

La interacción con otros seres humanos, permite mejorar la capacidad de comprender, empatizar, relacionar y conectar con otra persona.

Esa capacidad será diferencial en un mundo en el que buena parte de las personas, hayan sucumbido a la tecnología fácil para realizar actividades, como leer o viajar.

Las empresas ofrecen servicios y productos que son adquiridos y consumidos por personas, que a su vez quieren disfrutar de experiencias especiales, de sentirse bien atendidos, de pertenecer a una marca en la que las personas le entienden, agasajan y satisfacen.

Las empresas quieren tener clientes satisfechos, que se enorgullezcan de serlo, que dejen comentarios positivos y que transmitan a otras personas esa sensación de experiencia positiva.

El Robot Zora, experimento para el cuidado de personas mayores, en el Hospital Jouarre (fuente The New York Times)

¿La sobredosis de tecnología nos vuelve tontos?

Según un estudio sobre la influencia de smartphones, tablets y pantallas en el desarrollo del cerebro, los niños que pasan más de 2 horas al día mirando una pantalla, consigue peores resultados en test de lenguaje y comprensión.

En adultos, otros estudios encuentran una asociación entre el tiempo frente a pantallas y la depresión.

¿Queremos un futuro dominado por las máquinas?

¿O queremos que estar acompañados por las personas que queremos?

¿Queremos poder decidir con quien pasar el tiempo o dejaremos que los algoritmos nos den lo que consideren necesario para nuestro “perfil”?

Sin el necesario aprendizaje social, perderemos la esencia del ser humano, que es relacionarse con otras personas.

Según un estudio de Harvard, al encontrarnos con otra persona, enseguida nos hacemos 2 cuestiones, de forma inconsciente (o no tanto, si es el ámbito profesional):

  • ¿Puedo confiar en esta persona?
  • ¿Merece mi respeto?

En el trato con otra persona, en especial si buscamos un trato profesional, lo que buscamos es calidez y que sea competente; es decir, que nos entienda, que con su actitud nos apoye y ofrezca soluciones, porque tiene experiencia y con su aptitud nos ofrecerá un servicio de calidad.

En busca del equilibrio Bot – Humano

Las agencias inmobiliarias online están ganando terreno, con su propuesta de menores costes, basada en el uso de tecnología que abarata el proceso.

Realmente es un eufemismo, ya que se trata de facilitar al cliente (propietario que quiere vender su vivienda) de herramientas tecnológicas para que su autogestión (porque la hace el cliente), resulte más cómoda.

De entre las ventajas del sistema de las agencias online, encontramos:

  • Calendario para la gestión de citas: un Google Calendar personalizado para que anotes cuando se van a realizar las visitas, que tú como cliente debes chequear, confirmar y asistir.
  • Negociación directa de particular a particular: aquí la tecnología todavía no llega a rebatir objeciones de la otra parte y argumentar propuestas de valor por la otra, asique mejor que sea el propio cliente quien lleve el peso del proceso negociador.
  • Ayuda con el seguimiento de visitas y ofertas: ya que el cliente anota en el calendario las visitas, que también registre cómo han ido y si el comprador ha transmitido una oferta de compra.

Son empresas que aplican tecnología a sus procedimientos, que además saben transmitir sus puntos fuertes y transformar debilidades, en oportunidades para el cliente.

Su comunicación se basa en un mix de tecnología y trato humano; la primera la aportan las agencias online, la segunda el propio cliente (quien mejor que él para gestionar su propiedad).

Aprendamos de esa proporción tecnología / trato humano, para aprovechar las ventajas de sistemas informatizados y potenciar que se ofrece un servicio de persona a persona, que es más caro que el robotizado, pero totalmente necesario cuando entre en juego la confianza y la relación.

*comunicación asíncrona: la que se establece entre personas de manera diferida en el tiempo, es decir, cuando no existe coincidencia temporal.

Amazon Astro, el nuevo compañero de piso

Ya no hace falta imaginarlo ni verlo en las películas; ya no solo tenemos asistentes de voz y virtuales.

El robot asistente de hogar ya está disponible de la mano de Amazon. Capaz de realizar “tareas inteligentes”, como vigilar la casa (se integra con Ring) y transmitir video en directo de lo que pasa en la vivienda.


Aplica un correcto mix de automatización y trato humano en la relación de tu empresa con los clientes.

Comunica con claridad qué ofreces y los beneficios que consiguen tus actuales clientes que los servicios de tu empresa y cómo los realizan los trabajadores (humanos y sistemas tecnológicos).

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César Villasante