Las versiones más recientes de inteligencia artificial, son capaces de responder a cualquier cuestión, de una forma precisa en cuanto a datos, pero también humana, dado que su proceso de aprendizaje del lenguaje, hace que se utilicen expresiones que las personas utilizamos para comunicarnos.
La comunicación sigue siendo clave para hacer llegar nuestro mensaje, pero sobre todo para obtener respuestas y entender la información de otros. Saber preguntar, resulta clave, tanto para un proceso con un cliente, como para el de investigación.
Preguntar y Escuchar al cliente
En la intermediación inmobiliaria, la técnica de “preguntar y escuchar” se refiere a la búsqueda activa de las necesidades y requisitos de los clientes potenciales, mediante una atenta escucha, que facilita el modo de ayudarles a gestionar la compraventa de propiedad.
Este proceso incluye hacer preguntas abiertas, para comprender sus preferencias específicas; en el caso de compradores, la ubicación, el tamaño y el presupuesto. Y luego usar esa información para adaptar su búsqueda y presentarles propiedades que coincidan con esos criterios.
Al preguntar y escuchar activamente, los agentes inmobiliarios pueden brindar un servicio más personalizado y eficiente a los clientes, lo que puede ayudar a generar confianza y encaminar la operación.
En el caso del propietario, en vez de preguntar a qué precio desea poner a la venta su vivienda, o si desea vender en menos de x días, las preguntas abiertas permiten al cliente explicar porqué quiere o necesita vender, su motivación real, expectativas, sus miedos y bloqueos.
Lo que un agente inmobiliario debería preguntar al propietario, para ayudarle en la venta de su vivienda:
- ¿Cuál es su motivación para vender la propiedad?
- ¿A qué precio cree que se venden viviendas con la suya en el barrio?
- ¿Cuáles son las características y mejoras de la propiedad?
- ¿Cuál es el historial de la propiedad, incluyendo cualquier trabajo de reforma reciente?
- ¿Cuáles son los términos y condiciones de la venta, como el plazo?
- ¿Hay algún problema conocido con la propiedad, como problemas estructurales o de vecindario?
- ¿Hay alguna información importante que deba saber sobre el proceso de venta, como restricciones legales o problemas de título?
- ¿Hay alguna documentación o información importante relacionada con la propiedad que deba tener en cuenta?
- ¿Hay alguna restricción de tiempo para la venta de la propiedad?
- ¿Hay alguna necesidad de reparaciones antes de la venta?
Las preguntas a las máquinas, se llaman Prompts
“Prompt” es una solicitud escrita, en un lenguaje natural, para que la inteligencia artificial responda.
El procesamiento natural del lenguaje (PNL) se aplica en este ámbito para que la máquina entienda lo que el humano necesita, describiendo el resultado esperado.
Es una sugerencia o una pregunta para obtener una respuesta o una acción. Los prompts en tecnología, se usan para crear contenido, para la investigación, la educación, el arte.
En la creación de contenido, un prompt puede ser una pregunta o una idea que se le da al escritor para que genere una historia o un artículo.
La capacidad de las máquinas para responder con características humanas, hace que la información facilitada se asemeje a la de una conversación con una persona,
Cuando se usa la cadena de pensamiento en la inteligencia artificial, las respuestas se relacionan con la forma de comunicar del humano, como vemos en el ejemplo, resaltado en color:
La revolución de la inteligencia artificial
Open.ai, la empresa creadora del ya famoso ChatGPT y de DAll.E, no es la única que ha lanzado versiones de inteligencia artificial; MidJourney y Stable Diffusion son buenos ejemplos de la explosión de la tecnología basada en IA.
Google también ha entrado en el proceso de investigación de la inteligencia artificial, más allá de modelos de generación de lenguaje textual, imagen, audio y video.
Chat GPT
Pregunta lo que quieras, que obtendrás una respuesta para casi todo.
No solo preguntas concretas, también puedes pedir que escriba un microrrelato, copys para anuncios online, crear una receta con los ingredientes que indiques, crear un artículo para un blog, un resumen de un libro, explicaciones sobre un código fuente, fórmulas para aplicar en excel,…
Es una herramienta muy útil para generar ideas, para simplificar tareas (resumir textos), para investigar, encontrar variantes. Pero de momento no sirve para sustituir a personas, porque los resultados requieren de asistencia humana, ya que hay errores que solo una mente emocional, puede detectar.
Midjourney
Sirve para convertir en imágenes sus ideas, mediante peticiones que describan el resultado esperado.
Una vez conseguida una creación, se puede editar su calidad, su estilo y aplicar variaciones, mediante parámetros, imágenes similares que sirvan de referencia, descripciones más detalladas.
Es útil para generar bocetos de diseño y primeras imágenes conceptuales, que luego se retoquen y mejoren, por ejemplo, para crear un logotipo, o mostrar secuencias de un guión.
No esperes un resultado profesional, para ello, los especialistas siguen siendo necesarios, asistiendo a la inteligencia artificial y perfeccionandola.
Errores en las preguntas
Es necesario asistir a la inteligencia artificial para evitar resultados incorrectos.
No vale con incorporar cualquier pregunta; si queremos obtener resultados que reflejen lo que estamos buscando, debemos cuidar los términos usados y no mostrar ambiguedad, salvo que estemos en el ámbito artístico.
En este ejemplo de una campaña realizada con imágenes creadas por IA, de la editorial Bescherelle, se muestra la importancia de escribir correctamente a la hora de utilizar los generadores de imágenes gráficas basados en inteligencia artificial. Una letra escrita incorrectamente puede provocar que la palabra signifique otra cosa y cambie por completo el resultado de la imagen. (via @Juan Boronat)
Cómo interactuar con la inteligencia artificial
Para que la máquina entienda lo que necesitamos, el prompt que lancemos debe dar instrucciones precisas y seguir un modelo de lenguaje comprensible, sobre estas bases:
- Preguntas mediante frases naturales, que contengan un nombre, un adjetivo y un verbo.
- Añadir Contexto, con varias palabras que describan lo buscado.
- Usar varios adjetivos, para infundir sentimientos variados que enriquezcan la respuesta.
- Describir un estilo, para que la respuesta tenga el tono deseado (formal, divertido, artístico, científico).
- Evitar términos prohibidos
- Pensar en la información que queremos que la máquina consulte
- Tratar de ser lo más específico posible, salvo que busquemos respuestas diversas, basadas en la vaguedad de lo consultado.
- Añadir información por adelantado, como un texto legal que necesites interpretar.
- Incorporar ejemplos,
- Indicar la extensión que deseas para la respuesta.
- Usar expresiones comunes, como “explica paso a paso esta operación”.
¿Sustituirá la inteligencia artificial a los agentes inmobiliarios?
La IA es capaz de generar contenido, buscar respuestas a complicadas preguntas, realizar análisis, crear arte visual, dar instrucciones precisas sobre la realización de una tarea.
El actual ChatGPT tiene la limitación de que la información disponible llega hasta el año 2021; seguramente esto no sea un problema en futuras versiones.
En todo caso, siempre podremos pedir información sobre lo ocurrido en el pasado, creaciones sobre modelos anteriores, tendencias sobre ciclos históricos.
Pero si necesitamos una opinión sobre la situación futura, la máquina solo podrá dar su versión analítica.
Si le pedimos una valoración de la vivienda que queremos vender, solo tomará datos de características de la propiedad y del entorno. Las variantes emocionales, como la presencia de vecinos agradables o molestos, la importancia del futuro inquilino sobre tener vistas a espacios abiertos, el valor arbitrario de los elementos comunes,… hacen que la respuesta artificial no sea precisa.
Si no dispone de datos verificados sobre la actividad urbanística de la zona, sobre las próximas viviendas que se pondrán en venta o de los negocios que se abrirán en la calle, no podrá dar una respuesta sobre algo que sucederá en el futuro.
La parte emocional seguirá siendo propia del humano, por lo que la máquina necesitará complementar su información con la opinión experta de una persona que conozca el mercado y, sobre todo, a las personas que interviene en procesos de compraventa inmobiliaria.
Del mismo modo, el profesional inmobiliario necesitará de la ayuda de la inteligencia artificial, para poder generar informes en tiempo real, basados en una gran cantidad de datos (big data), crear planos en 3D y escenarios de realidad virtual, proyectar estimaciones, calcular costes y rentabilidades.
La simbiosis humano-máquina hará que podamos ofrecer un servicio más eficiente y exhaustivo, manteniendo la personalización e incorporando otras inteligencias, más allá de la artificial.
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