El impacto del Covid ha sido menor del esperado al inicio de la pandemia; con la incertidumbre sobre la evolución del efecto vacuna, las previsiones no clarifican la tendencia para 2021, con mensajes como menor demanda, más ventas y disminución de precios.
Estamos lejos de las cifras previstas por analistas a principios del ejercicio, que cifraban en 650.000 las transacciones para 2020. Por aquel entonces no entraba en la ecuación la variable pandémica.
En cuanto a los precios, el valor medio de la vivienda ha bajado un 1,7% con respecto a 2019, según Tinsa. En cambio, se ha producido un repunte del 0,9% en la obra nueva, el menor crecimiento desde 2016 (fuente: Sociedad de Tasación).
Colliers espera que 2020 cierre con una caída de la actividad de compraventa del 31,4%, llegando a unas 390.000 operaciones.
Los datos de INE confirman ese volumen de compraventas, al menos hasta Octubre de 2020:
Las transacciones de vivienda nueva han caído menos que las de la vivienda usada,
Según PropertyBuyers, especializados en asesorar a compradores e inversores inmobiliarios, las compraventas anuales en 2021 estarán entorno a las 450.000-480.000 viviendas.
Sus previsiones apuntan a que los propietarios estarán más dispuestos a negociar precios y que habrá más operaciones por el desgaste del último año, que provocarán ventas que no se puedan retrasar.
El precio de la vivienda caerá hasta un 5% en 2021 (fuente: Expansión), por contra, se incrementarán las ventas. En el caso del alquiler, se prevé un descenso similar, del 5,6%.
La demanda de vivienda en 2021 caerá un 25%, respecto a los niveles del año 2019, en especial motivada por la reducción de la demanda extranjera (fuente: Colliers). Concretamente de un 20% en obra nueva y mayor, del 33%, en vivienda usada. Aunque el 80% de todas las operaciones, será sobre propiedades residenciales de segunda mano.
En el ámbito financiero, las facilidades de pago generan un trasvase de compradores a la obra nueva, pese a que la vivienda nueva no ha bajado ni bajará tanto de precio como en el caso de la segunda mano.
En lo que si coinciden los expertos y empresas del sector, es que se abre un periodo de oportunidades en el sector inmobiliario.
La confianza en la mejora de la situación sanitaria, hará que tanto los españoles como los clientes extranjeros, reinicien su proceso de compraventa, facilitándose las visitas a las diferentes zonas para la compraventa o inversión inmobiliaria.
El ajuste de precios del 5%, también compartido por entidades como Solvia, provocarán un mayor interés en los compradores.
La rentabilidad de la inversión inmobiliaria, pese a que se ha reducido, sigue en niveles superiores al 5%.
Los tipos de interés sobre préstamos hipotecarios siguen siendo bajos y no hay perspectivas de cambio a corto plazo.
La capacidad de ahorro y la Renta disponible bruta de los hogares españoles ha llegado a 2020 a su mayor cota histórica
La demanda seguirá desviándose a ciudades más pequeñas y zonas rurales, donde las casas son más amplias y de menor precio.
Se prevé un aumento en la demanda de casas unifamiliares, con servicios comunitarios al aire libre y eficientes energéticamente.
Las herramientas de información inmobiliaria, como valoraciones online, análisis del mercado y evolución de precios, así como la posibilidad de visitar virtualmente el entorno y la vivienda, impulsan la decisión de compra.
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