En un negocio tan centrado en personas y en la comunidad de su entorno, la responsabilidad social corporativa es una de las líneas estratégicas de la inmobiliaria.
Definida como la “contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental, por parte de las empresas”, en el ámbito inmobiliario lo concretaría al entorno más próximo en el que la agencia ejerce su actividad.
En buena parte de las empresas inmobiliarias, su negocio se centra en las personas que quieren comprar o vender inmuebles en un ámbito geográfico definido; no quiere decir pequeño, si delimitado, en el que las relaciones entre las personas que conviven en ese ámbito, son duraderas.
He leído que las RSC es también un estrategia de comunicación y que la inversión revierte en beneficio reputacional para la empresa.
Creo que sólo beneficia a ambas, comunidad y empresa, si la segunda realiza acciones de responsabilidad social con plena convicción y con la intención de mantenerlas a largo plazo, aunque no transciendan públicamente.
La ética siempre debe ir por delante de la rentabilidad, la generosidad por encima de pedir nada a cambio.
La RSC no es algo que sólo pueden afrontar las grandes empresas consultoras, que cuentan con presupuestos mayores.
Las inmobiliarias de barrio también pueden realizar pequeñas grandes causas en su zona.
Hay actividades diversas que tienen como objetivo mejorar la vida de las personas, directamente o indirectamente relacionadas con la empresa, desde empleados a asociaciones vecinales:
- Conciliación de la vida laboral y familiar
- Política de igualdad de oportunidades laborales
- Fomento de la educación y formación
- Convenios con centros educativos, universidades
- Integración Social de los Minusválidos
- Patrocinios deportivos y culturales
- Donaciones a asociaciones
- …
Hay muchos ejemplos de agencias inmobiliarias implicadas con su comunidad, con los problemas a los que se enfrenta y aportando soluciones. Indico sólo algunos de ellos:
- Begoña Ballesteros, de Mayoball, con su reto “dona sangre” que difunde con pasión allá donde va, incluido congresos en los que los asistentes tienen una buena oportunidad de afrontar el reto de salvar vidas. Según sus propias palabras “Creo firmemente que todo el mundo tiene la capacidad de ayudar a otros y con la misma firmeza creo que la competencia sana es excelente“. “Cómo dar vida y seguir viviendo“:
Begoña y Angel Piñar con Plasmi, la mascota del reto”Dona Sangre”
- Sergi Verge, de Inmoban, que aprovecha su blog para difundir la importancia de mejorar el reciclaje en su comarca, un compromiso que ha adquirido con el proyecto de sensibilización ambiental “El calaix reciclador”, explicado en varios post, como “Reciclar es vida“:
Sergi revisando los folletos de la “caja recicladora”
- Jose María Navarro, de PisosMoncada, quien reconoce su compromiso con el lugar donde vive y trabaja, manifestando que “deseábamos ser parte de un proyecto de comunidad que nos ayudara a crecer como personas”. Por lo cual, destinan un porcentaje de la facturación de la inmobiliaria para proyectos sociales. “Proyecto Comunidad”
Jose María con representantes de la asociación local a la que se destina parte de la facturación de su empresa inmobiliaria.
- Imma y Joana Amat, de Amat Inmobiliaris, manifiestan un Compromiso con la sociedad y la cultura, organizando charlas en los institutos como forma “de transmitir su experiencia a los jóvenes e intentar cambiar la imagen que, en general, se tiene del mundo empresarial y en concreto, del inmobiliario”. Con respecto a sus trabajadores, han incorporado medidas como la opción del teletrabajo, unos calendarios laborales diseñados en consonancia con los calendarios escolares, así como la apuesta por una plantilla claramente femenina.
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