¿Existe un paralelismo entre nuestra actividad social en la vida real y en la virtual?
Lógicamente, quien es más activo socialmente, tiene más conexiones con personas, con las que puede extender la relación mediante sus perfiles online. Eso no significa que su actividad social en la red sea tan intensa.
Lo mismo podemos considerar en sentido contrario: alguien que tenga muchos contactos conectados en diferentes redes sociales, puede tener una intensa vida social, o no.
En mi caso particular, un descenso en la actividad social, tanto particular como profesional, derivada por una mayor atención a mis más exigentes clientes (mis hijos), se ha compensado con una mayor actividad en las redes sociales.
La finalidad es la mantener viva la conversación con las personas, comunicando opiniones, compartiendo ideas, trasladando sensaciones, …
Con la ayuda de diferentes herramientas y el apoyo de distintos formatos (imágenes, videos, presentaciones, …), la atención a familiares, amigos y clientes sigue siendo personal, cercana y casi inmediata.
Reconozco que no es lo mismo tomar una cerveza con unos amigos a visitar a un cliente en su oficina, que mandar y recibir mensajes en Twiter, facebook &Co, pero es un buen sustitutivo.
Además, tiene algunas ventajas establecer conversaciones online, como poder elegir el momento en el que lees y respondes a tus contactos y, a diferencia de con la familia, poder elegir a tus amigos y seguir a quien te interese.
Podemos decir que las relaciones sociales y las redes sociales, según cada persona, ¿se complementan o se sustituyen?.
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Claramente se complementan. Lo bueno de internet es que te permite tener mucha más comunicación con personas a las que habitualmente no ves. De hecho, en ocasiones, sería imposible mantener una relación tan constante en el mundo real y con tantas personas con las que compartes información y comentarios en las redes sociales.
En mi opinion, se complementan pero no se sustituyen. Dentro de las formas de relación, la comunicación por email o en redes sociales tiene un nivel de credibilidad y un potencial de influencia muy inferior al contacto directo, de uno a uno, por teléfono o, mejor aún, cara a cara. Las redes sociales son una forma más de comunicación, pero no sustituyen al contacto directo.
Desde luego, el contacto personal no se puede sustituir; poder oir, palpar, oler y sobre todo ver a la persona, su forma de moverse, de hablar, de reaccionar, no lo consigues con mensajes en la pantalla.