Limpiar, ordenar, reparar, despersonalizar, son tareas básicas en la preparación de la vivienda, antes de realizar una jornada de puertas abiertas.
Deshacerse de trastos viejos, de decoración pasada de moda, darle un toque hogareño, aprovechar la luminosidad levantando las persianas y cortinas (“la luz es dinero”),…
“Cuando se trata de vender, Menos es más” aconseja a la propietaria la asesora inmobiliaria en esta secuencia de la película “Ático sin ascensor”:
Las reglas básicas para tener la vivienda apunto son:
- Despersonalizar: quitando retratos, recuerdos, fotografías personales y familiares.
- Ordenar: dejando sólo lo esencial, que nada estorbe y que haya espacio para que los visitantes puedan verlo más amplio y puedan pasear libremente.
- Reorganizar armarios, trasteros, la despensa… puede que los visitantes sean muy curiosos y quieran ver más allá de lo que esté a simple vista.
- Reparar: que todo funcione bien, incluidas lámparas (bombillas fundidas), grifos (goteos), chirridos de puertas y ventanas.
- Iluminar: con luz natural o con lámpas, con la ayuda de pintura clara en las paredes y ausencia de objetos oscuros.
- Limpiar: espejos y grifos, nevera, alfombras, toallas y lavabos en el baño.
En Estados Unidos, el 48% de los compradores de vivienda van a jornadas de puertas abiertas para informarse de las viviendas.
En la película, tras la jornada de puertas abiertas, la acción continúa con la gestión de ofertas recibidas para la compra de la vivienda.
Fotografía: puertas abiertas de una vivienda en Rivas (vivirenrivas.info)
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